Mi aprendizaje.

Estos son algunos de los aprendizajes que fui incorporando a lo largo de mi camino.

Con el mismo amor, respeto y compasión que yo sentí, me gustaría facilitar y guiar el tuyo:

 

  • Aprendí a hablarme y tratarme con cariño y compasión, me di cuenta de que en cada momento de
    mi vida lo había hecho lo mejor que sabía con los recursos que tenía, y que de nada servía “fustigarme”.
  • Aprendí que los “debería” y los “tendría” que tenía integrados y me hacían moverme en el mundo de
    una manera que no era la que yo quería no eran míos, sino que los había aprendido a través de
    mandatos familiares, sociales, culturales, etc.
  • Aprendí que cada persona tiene su “propio mundo”, su singular manera de estar en él, y que todas
    esas maneras son tan válidas como la mía y, por lo tanto, merecen respecto y tolerancia.
  • Aprendí que para relacionarnos con los demás de forma armoniosa necesitamos tener en cuenta su
    mundo y su sistema, es decir, lo que le rodea, su entorno y sus circunstancias.
  • Aprendí que nada me hace más feliz que ser consciente y responsable a la hora de elegir y tomar
    decisiones.
  • Aprendí a escuchar a mi corazón, a atender mi intuición, a hacer lo que realmente quiero, a vivir con pasión e intensidad.
  • Aprendí a confiar en mí y en mis recursos, a confiar en la vida, a aceptar que lo que me trae es lo que necesito en cada momento.
  • Aprendí a comunicarme con claridad, con asertividad.
  • Aprendí a quererme, a valorarme, a aceptarme, a explorarme, a cuestionarme, a escucharme,
    a atenderme.
  • Aprendí que pedir ayuda no es de débiles ni de dependientes, sino de seres que nos interrelacionamos.
  • Aprendí que todo cambia, que la vida es movimiento, y que tener una actitud de apertura y
    aceptación me da paz.
  • Aprendí a ser yo misma, a no vivir para los demás, haga lo que haga no complaceré a todo el mundo.
  • Aprendí a ser honesta, especialmente conmigo misma.
  • Aprendí que descubrirme no resultó fácil, incluso a veces fue doloroso, pero hoy puedo decir que
    soy mejor persona y que en mi vida hay un antes y un después de este camino.
  • Aprendí que ahora que mi corazón está más abierto, más “blandito” y más tierno puedo parecer
    más vulnerable, sin embargo, es cuando me siento más fuerte.
  • Aprendí que, para acompañar a alguien en su propio camino de crecimiento, es necesario haber
    transitado el mío propio. No basta con estudiar, saber técnicas y utilizar herramientas,
    es necesario SER y ESTAR para el otro.

Pin It on Pinterest