Un hombre que pasaba por delante de una tienda, vio que vendían allí dos loros, encerrados en la misma jaula. Uno era muy bonito y cantaba estupendamente, mientras que el otro estaba en un estado lastimoso y permanecía mudo.
El primero valía veinte euros y el segundo mil euros.
El hombre, asombrado por la diferencia de precio, le dijo al comerciante:
– ¡Déme el loro de 20 euros!
– Imposible, señor – respondió el vendedor. No puedo vender los dos pájaros por separado.
– Pero, qué me dice … ¿por qué?¿Cómo explica usted tan exagerada diferencia de precio?
Si es el más feo el que cuesta infinitamente más que el más bonito. Y además no canta. Es absurdo.
– ¡Ay, ay, no se equivoque usted, señor!
– El loro que encuentra usted feo es el compositor.